me gusta que me llamen Rosita
Nacida con un pincel debajo del brazo y un montón de colores en su cabeza, el mismo año que se pisó la luna.
Desde entonces no he podido parar de pintar.
Nacida con un pincel debajo del brazo y un montón de colores en su cabeza, el mismo año que se pisó la luna.
Desde entonces no he podido parar de pintar.